Por Jorge Perez
Tras un 2023 en donde supimos ser campeones del fútbol argentino y del Trofeo de Campeones, pero en donde no estuvimos a la altura de las circunstancias en la Copa de la Liga, Copa Libertadores y Copa Argentina, los hinchas esperábamos que el 2024 sea totalmente distinto y todo iba a depender del cuerpo técnico y los jugadores, pero también del trabajo que hacían nuestros directivos.
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La verdad es que todo comenzó mal en este nuevo año. Si bien se habían ido los jugadores que ya cumplieron su ciclo en el conjunto de Núñez, puertas adentro creían que con lo que tenían estábamos más que bien para competir, pero los hinchas al enterarse de esto explotaron de la bronca porque necesitábamos sí o sí traer refuerzos para dar pelea. Y si bien tardaron bastante, fueron dos los jugadores que fichamos a principio de la temporada.
Lo que nos faltó y que seguramente vuelvan a ir a buscar en el mercado de pases de junio es un delantero. Los dos nombres que volvieron a sonar y que ilusionaron a más no poder a nuestros hinchas son Lucas Alario y Rafael Santos Borré, quiénes dejaron su huella en Núñez cuando les tocó jugar acá, pero que ahora nos rechazaron de la peor manera y el karma les terminó llegando a ambos.
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En vez de dejarlo todo para regresar al club más grande del continente y jugar por la gloria eterna, prefirieron el dinero que les pagaban en Porto Alegre. Ambos terminaron fichando con el Internacional de Brasil en donde están jugando la Copa Sudamericana y en dos fechas todavía no conocen lo que es la victoria.
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