Por Jorge Perez
Antes que ser buen futbolista, hay que ser buena persona. No agrandarse, ser humilde, no vender humo y menos pasarse de vivo con los rivales. Pero siempre hay uno que otro que quiere sentirse mejor que los demás y lo único que hacen es llamar la atención en vez de jugar bien al fútbol.
Y uno de ellos es nada más ni nada menos que Felipe Melo, mediocampista brasilero que juega en el Fluminense y que nos tiene un cierto odio a todos los riverplatenses por el simple hecho de hinchar por nuestro eterno rival pero la verdad es que a nosotros no nos importa ni un poco.
Durante toda la fase de grupos de la Copa Libertadores se la pasó menospreciándonos, vino al Estadio Monumental a hacer gestos, festejar laterales, pelear con la gente de River Plate y además perdió el partido. Ahora, unos días después, la vida le dió una lección muy importante.
En las últimas horas, se filtró una imagen del mediocampista brasilero junto a los barras bravas del Fluminense que salieron a apretarlo por los malos resultados que está consiguiendo su equipo a pesar de que a principio de temporada lo daban como el cuco de Brasil, pero ahora no están pudiendo ganar como antes.
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