Por Jorge Perez
El "Millonario" borró los fantasmas de sospecha y desconfianza tras el flojo debut en la Copa Liga Profesional en el estadio Antonio Vespucio Liberti contra Argentinos Juniors y Vélez terminó siendo la víctima con la que el dueño de casa se recompuso ante se gente.
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Más allá de los tres goles de Miguel Borja y del doblete de Facundo Colidio, hubo un momento en la primera parte en la que el "Fortín" cerca del descuento. El encuentro aún no estaba cerrado y el rival merodeaba el área de Franco Armani. En todas las jugadas, la aparición de Paulo Díaz fue clave para apagar los incendios.
El defensor chileno mostró mucha firmeza para ganar los duelos individuales y cuando se soltó, condujo y fue siempre opción de salida para los suyos. El hincha valoró tal entrega y ese nivel superlativo, y lo retribuyó con una muestra de cariño, hasta el momento, inédito para el futbolista.
A los 57 minutos, el entrenador Martín Demichelis mandó a la cancha cuatro cambios juntos. Uno de ellos fue el ingreso de Ramiro Funes Mori por Paulo Díaz. Cuando los fanáticos de la "Banda" vieron la escena, se pusieron de pie y cantaron al unísono: “Chileeeno, chileeeeno”.
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No es usual la presencia de chilenos en el plantel de River, y mucho menos que sea ovacionado por más de 80.000 personas. Para recordad un jugador ovacionado de esa nacionalidad hay que remontarse a la época de Alexis Sánchez, hace unos 15 años. O incluso más atrás, en los '90, con Marcelo Salas.
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