Por Jorge Perez
En el día de ayer, volvimos a dejar en claro quién es el mejor equipo del fútbol argentino y por escándalo. Les dejamos en claro a los bosteros que no tienen nada, que no juegan a nada, que nos tienen miedo, que cada vez que nos enfrentamos salen a jugar como un equipo chico, que no nos generan chances de gol. Son y serán nuestros hijos, para siempre y por más que dominen el historial nosotros conseguimos cosas más importantes cada vez que los enfrentamos a ellos, como por ejemplo la final de la Copa Libertadores.
Los bosteros subestimaron este partido desde un principio y eso fue lo que más risa nos dio, ahora dicen que les ganamos porque jugaron con los suplentes pero se olvidan que en la pandemia por casos de covid tuvimos que disputar un partido con el arquero de la quinta división, con muchas bajas y si bien perdimos en los penales, en los 90 minutos no pudieron superarnos. Los clásicos se ganan y si festejan, y es mejor que ahora se enfoquen en no quedarse afuera de la copa porque se les viene la noche.
El que demostró ser uno de los peores entrenadores del fútbol argentino fue Jorge Almirón, quién perdió los dos Superclásicos contra el Millonario, de visitante y de local pero en vez de hacer autocrítica y decir que fuimos superiores en ambos partidos, lo único que hizo fue llorar por el arbitraje que estuvo correcto pero como ellos son malos perdedores desde siempre, buscaron armar escándalo donde no lo hay. Mientras tanto, el DT del eterno rival está en la cuerda floja.
Según la información del sitio partidario de nuestro rival, Soy Xeneize, en ESPN aseguraron que el partido frente a River era importante pero no definía el futuro del DT de Boca, pero si el jueves pierden contra el Palmeiras en Brasil es muy posible que se quede sin trabajo porque los objetivos no se estarían cumpliendo.
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