Por Jorge Perez
En un puñado de minutos Pablo César Solari se ganó la confianza de Marcelo Gallardo y hoy es titular inamovible en el equipo titular. El Pibe comenzó con el pie derecho e ilusiona a más de uno. Corre, presiona, gambetea, juega, hace jugar y convierte goles. Una vez más fue tendencia en redes y se llevó todas las miradas de los hinchas de River.
En lo que fue el empate frente a Tigre 1-1, el extremo que fue un pedido especial del entrenador volvió a demostrar que no le pesa para nada la camiseta de River y que quiere escribir su propia historia en el club del cuál es hincha. Más allá de algunos bajos rendimientos que hubo en el partido de ayer, Solari fue la excepción.
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Tuvo su debut oficial con el Manto Sagrado el pasado 21 de julio en el Estadio Monumental en lo que fue la victoria del equipo de Marcelo Gallardo 1-0 sobre Gimnasia y Esgrima de La Plata. Ingresó unos pocos minutos y sorprendió a más de uno. Los hinchas del Millonario se encariñaron de entrada con su nuevo refuerzo.
¿Por qué? Porque era el tipo de jugador que faltaba en el plantel. Encarador, especialista en el mata a mata y que no da por perdida ninguna pelota. Además de todas esas características, el extremo hace goles y parece no parar.
El ex jugador de Colo Colo, que llegó a cambio de cinco millones de euros por el 60% del pase, disputó solo siete partidos con la camiseta del Millonario y ya convirtió nada más ni nada menos que cuatro goles. Dos contra Newell´s, uno contra Central Córdoba de Santiago del Estero y el de ayer contra Tigre en Victoria.
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